domingo, 11 de octubre de 2009
Está de regreso...
Si mal no recuerdo, el viejo Maxon Sarven apareció por primera vez en el año 1997, dentro de las páginas del ahora extinto y mítico Gallito Comics, bajo la dirección y tutela de Victor Del Real.
En la mayoría de estas historias, el más irreverente de los 2 titanes del asilo Scarumm fue destrozando mandíbulas y desenmarañando crímenes al parecer irresolubles, muy a su peculiar manera.
Con su inteligencia casi demoniaca acabó con manadas de locos asesinos así como con infinidad de peces gordos del bajo mundo del hampa,casi todos ellos desprovistos de entrañas.
En sus inicios, la saga de Scarumm giraba en torno a la desesperanza de una sociedad caótica, infestada de malandrines de toda calaña, ese fue el caldo de cultivo perfecto para un personaje como este, el cual- sin proponermelo- le dio al título un special flavor.
Luego de permanecer en el limbo por más de una década, el loco Max regresa otra vez al mundo de la historieta.
Dueño de un carácter impredecible y al mismo tiempo jocoso, este gigante siberiano de humor desenfadado, de puños letales y relampagueantes, vuelve junto con Zodd - su compañero y socio - a figurar en historias por demás bizarras y a compartir espacios en El Chamuco.
A diferencia de su aventura editorial anterior, y meramente por cuestiones narrativas, esta vez viene en solitario: Bad Max.
En el número 183 del Chamuco, edición que marca su reaparición editorial, vuelven los mortíferos Jabs y Upper- cuts de caballo loco y se nos advierte sobre los posibles efectos de esta crisis economicamente global.
Para quien esto escribe, este reencuentro con el personaje- mi primer intento de concebir un super tipo-resulta sumamente placentero.
Junto con Max, acuden inevitablemente a la memoria una enormidad de gratos, felices y entrañables recuerdos de una época que no volverá.
Por todo ello, bienvenido y suerte, viejo amigo...
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