la saga de los Infantásticos regresa esta semana a las páginas del Chamuco y en esta edición me puse a reflexionar sobre la inoperatividad de algunos de los puntos focales de la educación en nuestro país. Los maestros.
Un día hacen como que trabajan,el otro hacen como que quieren trabajar y justo cuando se disponen a echar mano de sus vastos recursos para iluminar los cerebritos de sus educandos-chin-que les llega el fin de semana y ni modo,ya no hubo clases.
No dudo que haya educadores para quienes la educación se la tomen muy en serio,maestros con una actitud de cumplir con un apostolado, pero la gran mayoría-gracias a nuestro sindicato, a Elba Esther,a nuestro sistema, a nuestra bien aceitada maquinaria de la corrupción magisterial-son unos perfectos huevones-con h-y también guevones,con g.
Por eso estamos como estamos.
En fin.....
A lo que nos ocupa....un asesino- forzando a su destino-aceptará una chamba y en un convenio un tanto cuanto bizarro,intentará cobrar venganza por los daños educativos ocurridos al vástago de un hijo de Alá, en el número 226 de la revista en cuestión.
Aquí por lo pronto, su versión digital.
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