domingo, 18 de enero de 2009

El último Nezai.
Hace cosa de dos años, una editora amigocha del Fondo De Cultura Económica me propuso el guión de la novela juvenil Más allá de los dos rios, del escritor español Jordi Sierra i Fabra.
Apenas empecé a leerlo y la historia me cautivó.
Todavía no terminaba de leer la trama en su totalidad , ni mucho menos hablabamos ella y yo de tiempos ni de contratos, cuando ya habían comenzado a aparecer en mi cabeza decenas de imagenes sobre los personajes, encuadres, vestimentas, ambientación y la síntesis narrativa de los capítulos.
En cuanto pude, le pedí a la editora me considerara antes que nadie para ilustrar ese texto.
Pero para mi sorpresa, ella ya me la había asignado desde el principio, esto es, después de ver junto con Jordi, en la feria del libro de Guadalajara de ese año, algunos de mis personajes harlemitas en blanco y negro de mi saga Harumm Scarumm.
Ella y yo supimos desde el principio que sí, que esa novela era para mi, por cuanto mi fascinación por el claroscuro y mi manía por dibujar afroamericanos en algunas de mis historietas.
Pero luego de casi un año de espera por cuestiones de presupuesto, comencé a dibujar y más o menos en un tiempo razonable, se terminó la parte gráfica.
La novela versa sobre la eterna esperanza del hombre por un futuro mejor para sus descendientes, del amor por la propia tierra, y del amor en su expresión más pura, pero sobre todo, habla sobre la devastación que produce la industria en África, y de como- algunas de las tribus que nunca han tenido contacto con la civilización- en cuanto lo tienen, desaparecen fagocitadas por ese montruo voraz llamado " la industria y el progreso".
El lector junto con el paladín de la historia , un jovencito huérfano y al mismo tiempo el último sobreviviente del pueblo Nezai , va descubriendo de una manera fascinante, la otra cara de todas aquellas costumbres -risibles la mayoría de ellas, como la vanidad, la posesión, el consumismo- y de todos aquellos objetos que nosotros los civilizados conocemos y usamos todos los días.
Desde el uso de ruedas de caucho para los automoviles, hasta el uso de harpones en tubitos de plástico para inocular bacterias manipuladas en el cuerpo humano.
El tono ambientalista y de preservación de la fauna, encaja a la perfección con esta manera de percibir el mundo a través de los ojos de un " buen salvaje".
El desenlace es desde luego, inesperado y- como debe ser- sorprendente.
Lamentablemente, un nudo legal sobre los derechos de la obra impidieron su publicación por esta casa editora, publicación que por lo tanto sigue empantanada en México y en la península.
A continuación, una diminuta muestra de mi versión sobre los personajes y el atrezzo de tan ingeniosa y maravillosa novela.







1 comentario:

Anónimo dijo...

Las imágenes estan increibles, ojala los asuntos legales se aclaren y se pueda conseguir en las librerias.